Archivo del Autor: Javier Badía

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Hoy es un buen día para empezar este Cuaderno. La lengua española está de fiesta con la concesión del Nobel a Mario Vargas Llosa. El Premio Nobel de Literatura, por supuesto.

Ibarra negativo degradado pequeñaLa enseña de este blog es la Ñ. No una cualquiera, desde luego, sino la Ibarra Real: más española, imposible. Por ahí vamos. Lengua española, sí, pero en su expresión escrita.

Este que escribe es periodista de vocación y de formación. Ahora no está en ejercicio propiamente dicho, aunque nunca se sabe del todo… Pues sí, mi vocación son las letras, y las he tenido que juntar durante muchos años de mi vida para ganarme la vida: soy de los privilegiados que se han divertido trabajando. Compaginé el ejercicio profesional con las aulas y tuve la suerte de dar clases de Redacción en la Universidad. Seguía divirtiéndome. Luego, las circunstancias me han llevado por otros caminos profesionales. Un buen día tuve la suerte, de nuevo, de volver a explicar algo sobre el lenguaje escrito a unos expectantes alumnos, con un perfil distinto, eso sí. Estaba en la Universidad de Mayores. Apasionante. Después, y de nuevo por azares, esas clases se singularizaron y me encontré ante funcionarios dando clases de formación de lenguaje administrativo… No lo pensé yo. No pensé que me iba a encontrar en esas circunstancias. Pero aquí estamos.

Y ahora este blog. ¿Qué quiero hacer con él? De nuevo, divertirme. Si no, no vale. Pero, además, ha de ser útil, y, además, estar bien hecho. Me pongo a ello.

Ley de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo

Lector asustadísimo

Solo con cara de susto se podría leer algo parecido a un párrafo de 97 palabras. Leer, sí; pero entenderlo es otra cosa bien distinta.

¿Qué quiere decir exactamente el legislador? Con un párrafo de 97 palabras es difícil comprender el mensaje:

En las empresas en las que no exista representación legal de los mismos [trabajadores], éstos podrán optar por atribuir su representación para la negociación del acuerdo, a su elección, a una comisión de un máximo de tres miembros integrada por trabajadores de la propia empresa y elegida por éstos democráticamente o a una comisión de igual número de componentes designados, según su representatividad, por los sindicatos más representativos y representativos [sic] del sector al que pertenezca la empresa y que estuvieran legitimados para formar parte de la comisión negociadora del convenio colectivo de aplicación a la misma.

Nueva redacción del tercer párrafo del artículo 41.4 del Texto Refundido de la Ley del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/1995, de 24 de marzo (en el artículo 5 de la Ley 35/2010, de 17 de septiembre, de Medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo).

Uso de la arroba @

Niñ@La arroba (@) es un símbolo y no un signo lingüístico. La RAE proscribe su uso cuando se emplea como recurso gráfico integrador en una sola palabra de las formas masculina y femenina del sustantivo: L@s alumn@s de la clase ganaron el concurso. Lo adecuado aquí sería: Los alumnos y las alumnas de la clase ganaron el concurso. En algunas ocasiones tiene un uso imposible: Día del niñ@. En este caso, la contracción del solo es válida para el masculino niño. En el DRAE únicamente se alude a su significado de peso, de capacidad y al símbolo así denominado, empleado en el correo electrónico.

«Adjunto remito» o el adjetivo oficinesco

Mensajería 4

«Le envío en archivo adjunto«, mejor que «adjunto remito archivo…». (Ilustración OpenClipArt).

Redundancia innecesaria. La palabra adjunto es un adjetivo que significa «que va o está unido con otra cosa» (DRAE). Su uso es muy habitual en los comunicados de la Administración: «Adjunto remito el informe solicitado«. En este caso se le da un uso adverbial y por lo tanto invariable: «Adjunto se envían fotocopias«. No es incorrecto, pero es mejor decir: «Le envío el informe que me ha pedido» o «les enviamos en archivo adjunto [aquí, sí] las fotocopias del expediente«, o «les enviamos fotocopias adjuntas«.