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Lo normal a la hora de ponernos a escribir viene siendo lo que nos explicaron ya de pequeños en el colegio o en la escuela: sujeto, verbo y predicado (Juan come poco). Es la forma más clara de decir algo. Si a ese mensaje le voy añadiendo información (Juan, cuando va al colegio, come poco), empiezo a distanciar la acción que expresa el verbo (comer) del sujeto (Juan). En realidad puedo precisar más (Juan, cuando va al colegio, y está resfriado, come poco) y más (Juan, cuando va al colegio los lunes por la mañana y está resfriado, come poco) y más (Juan, cuando va al colegio, acompañado de su madre los lunes por la mañana y está resfriado, come poco) y más (Juan, cuando va en coche al colegio acompañado de su madre, los lunes por la mañana, y está resfriado, come poco). A estas alturas, lo mismo nos tenemos que preguntar quién come poco.
En el lenguaje administrativo podríamos encontrarnos con esta frase: “El titular podrá ejercer el derecho de oposición”. Pero es más probable que nos encontremos con esta: “El titular, debidamente acreditado, podrá ejercer el derecho de oposición”. Más probable todavía sería esta: “Solo el titular, debidamente acreditado, podrá ejercer el derecho de oposición”. Hasta aquí tendríamos suerte, porque se entiende sin esfuerzo de nuestra parte lo que dice. Pero el lenguaje administrativo gusta de una precisión que suele acabar en laberinto:
El ejercicio del derecho de oposición es personalísimo, lo que significa que el titular de los datos personalmente deberá dirigirse a dicha entidad [se refiere a la página de internet donde aparecen sus datos] (salvo en el caso de menores de edad o incapacitados o salvo poder expreso y por escrito del titular de los datos y fotocopia de los dos DNI) utilizando cualquier medio que permita acreditar el envío y la recogida de su solicitud, para el ejercicio de sus derechos, acompañando copia de su D.N.I. Puede sustituirse la presentación del documento de identidad por el uso de la firma electrónica identificativa.
Doy fe de que la frase está reproducida con respeto absoluto a la puntuación y a los subrayados. Aparece en una carta que firma (aunque no la haya escrito) el jefe de Área de Atención al ciudadano de la Agencia Española de Protección de Datos, en diciembre de 2011.
Los incisos alargan la frase y difuminan el mensaje. Podemos observar algunos vicios característicos del lenguaje administrativo.
- Frases largas, cargadas de incisos. Aquí, 76 palabras en la primera oración. Lo ideal es que hubiera un máximo de 30 palabras.
- Curioso superlativo: personalísimo.
- Ruptura sintáctica (anacoluto): El titular de los datos personalmente deberá dirigirse… (¿es el titular personalmente de los datos?, o ¿deberá dirigirse personalmente?, o ¿sobra personalmente?: El titular de los datos deberá dirigirse…). También: Utilizando cualquier medio que permita acreditar el envío y la recogida de su solicitud… (¿acreditar el envío?, o ¿que le permita acreditarse con su DNI?
- Doble sentido de las palabras (anfibología): …salvo poder…
- Dos gerundios en la misma frase que afean la expresión: utilizando, acompañando.
- Forma incorrecta de las siglas: D.N.I. (aparece bien escrito en el mismo párrafo: DNI).
- Redundancia innecesaria: firma electrónica identificativa (bastaba con firma electrónica).
- En la última frase sobra “el uso de”: Puede sustituirse […] por la firma electrónica.
La redacción original, bien podía haber sido ésta (sin subrayados y con negritas):
El titular de datos personales publicados en internet puede reclamar en derecho que se retiren. Deberá identificarse mediante el DNI o la firma electrónica. Si se trata de menores de edad o incapacitados o que tienen que delegar en otra persona, quien los represente deberá adjuntar copia de los dos DNI.
En resumen:
- Frases de no más de 30 palabras.
- Una sola idea por oración.
- Información ordenada: lo más importante, al principio.
- La información adicional mejor si va en otras frases y no en oraciones subordinadas.
- Repaso de lo escrito para evitar repeticiones y redundancias.
- Puntuación correcta.
El ciudadano no tiene por qué verse obligado a descifrar los mensajes de la Administración. Los textos ganan en claridad cuando seleccionamos la información útil.
Excelente profesor. La claridad en pequeños párrafos, la simplicidad es fuente de la verdad. Gracias
Sr. Badía:
En una prueba de un curso de lenguaje administrativo se me planteó si conocía el significado de la expresión «particulares de interés», que figuraba en el contexto de la notificación de una resolución, así: «…se ha dispuesto lo que en los particulares de interés a continuación se transcribe».
Trabajo en la administración local desde hace más de 30 años y nunca me he encontrado con esa frase, he realizado numerosas búsquedas en la red: diccionarios, webs de instituciones públicas y también privadas, etc., pero no he logrado encontrar la solución, y la verdad es que me corroe la curiosidad.
¿Podría usted ayudarme? Le doy las gracias de antemano por su atención y le felicito por su estupendo blog.
LONGTITULI, ESE OTRO SÍNDROME
Acabo de descrubrir este blog, y me siento agradecido y reconfortado.
Por cierto, hoy el BOE publica la Ley 4/2015, de 26 de marzo, por la que se crea el Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (http://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2015-6878).
Este es un ejemplo como tantos otros. Y me pregunto ¿qué necesidad hay de alargar los títulos?, con la de veces que luego hay que repetirlos. Además luego no caben en los carteles, planos, ni en otros documentos; o hay que reducir el tamaño de letra hasta que se pierde de vista.
Símplemente lo podían llamar Instituto Agroforestal de Castilla-La Mancha. Porque «regional» es redundante especificando la región, «investigación y desarrollo» son funciones propias de los institutos, y «agroalimentario y forestal» quedan dentro del término agroforestal.
¡Claro! Es la dichosa costumbre de la Administración de alargar palabras, frases y títulos porque los hacen parecer más rimbombantes. Algo que como muy bien muestras aquí con el ejemplo que traes se demuestra innecesario desde el punto de vista práctico, es decir, que se entienda. Y se entiende mejor Instituto Agroforestal de Castilla la Mancha que Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla la Mancha. ¡La imaginación es libre! ¡Cuándo aprenderemos…!
¡Muy claro y conciso, como de costumbre, profesor Badía! Saludos. Fco. Glez.
Muy buen análisis, Javier. En cuanto a los titulares de los periódicos, creo que también son dignos de un análisis por tu parte, y coincidirás conmigo en que, en ocasiones, de tan concisos que quieren ser, transmiten ideas confusas. ¡Un artículo sobre «perlas periodísticas», por favor!
Buenísimo. Tengo una duda. ¿Le voy añadiendo o voy añadiéndole?
Tienes razón, estamos poco acostumbrados a sintetizar, alargamos los escritos innecesariamente, consiguiendo que en vez de ser mas claros sean mas farragosos, es decir, habitualmente conseguimos el efecto contrario al pretendido. Quizá twitter con sus «140 caracteres» nos ayude a ello.
Muchas gracias por tu comentario, Carmen. Es verdad que Twitter obliga a sintetizar. En todo caso es una fórmula que ya estaba inventada: los titulares de los periódicos. Y no es fácil.