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Un aviso es un anuncio y también una advertencia que conviene tener en cuenta (DRAE). Este cartel nos avisa o nos advierte de que la biblioteca está cerrada (no podrá utilizarse). Y nos anuncia que va a ser así «hasta ¿previo? aviso». Hasta es un adverbio de tiempo que significa «no antes de» (DRAE). ¿No antes de previo aviso? Difícil me lo ponéis, amigo Sancho…
Hecha la oportuna consulta a la Real Academia Española (RAE), me contestan así:
El adjetivo previo suele anteceder a aviso para indicar que avisar de algo es requisito previo para poder realizarlo; por ejemplo: «Esta sala de lectura no podrá utilizarse sin previo aviso» indicaría que quien necesite utilizar la biblioteca debe advertirlo primero a quien corresponda, y también, en enunciados negativos, para indicar que no se ha avisado de algo que iba a suceder, y generalmente ha generado sorpresa en los afectados: «Han cambiado la hora de la reunión sin previo aviso«. En el enunciado que usted propone, no tiene mucho sentido la inclusión de previo delante de aviso.
Así pues, la propuesta correcta sería: «Esta sala de lectura no podrá utilizarse hasta nuevo aviso (o hasta próximo aviso)», indicando que la situación actual de la sala (su cierre) se mantendrá hasta que se avise de lo contrario.