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El Ayuntamiento de Ponferrada (León) ha suspendido las oposiciones para cubrir tres plazas de bombero. El problema es que se ha detectado en la convocatoria (BOCYL del 19 de agosto de 2010) que entre las exclusiones médicas estaban las de «amaneramiento marcado«. También otras como «perversiones sexuales, exhibicionismo paidofilia (sic), necrofilia, etc.«. Merece la pena echarle un vistazo a la lista de 185 exclusiones que aparecen en el Anexo II de la convocatoria citada. Algo mejor escrita está la Orden de 22 de septiembre de 1983 para las pruebas de acceso al Cuerpo de Policía Nacional (BOE del 1 de octubre), en la que constan 189 exclusiones médicas, pero sin errores de puntuación ni de uso de mayúsculas o minúsculas y que firma el ministro José Barrionuevo. ¿Qué ha pasado entre 1983 y 2010? Pues que hasta donde he podido ver, ese mismo texto −mal copiado, eso sí−, ha servido para cubrir plazas de bombero en ese municipio en los años 2001, 2002 y 2004; también para cubrir plazas en la Policía Local de León, en 2004 y parece que también en alguna otra localidad de la provincia leonesa. Como dice el refrán: «Todo vale para el convento«.
Evidentemente estamos ante uno de los vicios (y nunca mejor dicho) del más rancio estilo administrativo. Aquel que consiste en copiar y pegar textos, sin atender a lo que dicen y que, como en el milagro de los panes y los peces, se multiplican por toda clase de boletines oficiales en ayuntamientos, comunidades autónomas, Gobierno de España, y así.
Por cierto, que para el lector inteligente (como en aquella Codorniz que tanto añoramos), vale esta perla: el dignísimo Cuerpo de Bomberos de toda la vida se llama ahora Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS). ¡Tooomaa! ¡Tooomaa!
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