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Hoy es un buen día para empezar este Cuaderno. La lengua española está de fiesta con la concesión del Nobel a Mario Vargas Llosa. El Premio Nobel de Literatura, por supuesto.
La enseña de este blog es la Ñ. No una cualquiera, desde luego, sino la Ibarra Real: más española, imposible. Por ahí vamos. Lengua española, sí, pero en su expresión escrita.
Este que escribe es periodista de vocación y de formación. Ahora no está en ejercicio propiamente dicho, aunque nunca se sabe del todo… Pues sí, mi vocación son las letras, y las he tenido que juntar durante muchos años de mi vida para ganarme la vida: soy de los privilegiados que se han divertido trabajando. Compaginé el ejercicio profesional con las aulas y tuve la suerte de dar clases de Redacción en la Universidad. Seguía divirtiéndome. Luego, las circunstancias me han llevado por otros caminos profesionales. Un buen día tuve la suerte, de nuevo, de volver a explicar algo sobre el lenguaje escrito a unos expectantes alumnos, con un perfil distinto, eso sí. Estaba en la Universidad de Mayores. Apasionante. Después, y de nuevo por azares, esas clases se singularizaron y me encontré ante funcionarios dando clases de formación de lenguaje administrativo… No lo pensé yo. No pensé que me iba a encontrar en esas circunstancias. Pero aquí estamos.
Y ahora este blog. ¿Qué quiero hacer con él? De nuevo, divertirme. Si no, no vale. Pero, además, ha de ser útil, y, además, estar bien hecho. Me pongo a ello.