La fórmula secreta

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Sintaxis enrevesada y confusa en la última convocatoria de becas en el «BOE». Un calvario para los solicitantes de estas ayudas.

Acabo de terminar un curso de modernización del lenguaje administrativo en el que he insistido con machaconería a las alumnas (sí, todas mujeres) en que la clave de la comunicación eficaz entre Administración y ciudadanos está, simplemente, en entender que hay personas que hablan con personas. Que ese es el principio básico, elemental, de la comunicación. Cuando el ciudadano –la persona– se echa a la cara un documento administrativo –o el Boletín Oficial del Estado (BOE)– y no entiende nada, seguro que es porque los redactores –personas– no han puesto el empeño necesario en que fueran textos comprensibles. De ahí se deriva todo lo demás.

Esto viene a cuento porque he leído un artículo de Arturo Pérez Reverte, “El calvario de ser becario«, en el que brama contra el lenguaje enrevesado del BOE, reflejo de «una burocracia infame que, en lugar de estar al servicio del individuo facilitándole la vida, no existe sino para arruinársela«. Y más en concreto, contra la desgraciada peripecia de tantos recién titulados superiores que pueden viajar al extranjero con un contrato vinculado a una beca ya concedida, pero que no acaba de hacerse efectiva por esa dichosa burrocracia.

El escritor y académico de la RAE remata su clamor refiriéndose al BOE, donde, dice (las negritas son mías):

…las convocatorias de becas parecen redactadas para disuadir de pedirlas: farragosas, torpes, con una sintaxis tan enrevesada y confusa que a veces parece redactada por el más analfabeto del departamento.

Así que, visto lo visto, me he ido al BOE, a la última convocatoria general de becas, la de agosto de este año, y me he encontrado, entre otros, con este singular parrafito:

Artículo 45. Modelo de solicitud y documentación a presentar
Una vez cumplimentada la solicitud, deberá ser firmada por el interesado con cualquiera de los sistemas de firma electrónica establecidos en el apartado 2 del artículo 13 de la Ley 11/2007, de 22 de junio, de Acceso Electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos y enviada por el procedimiento telemático establecido, quedando así presentada a todos los efectos. No serán tenidas en cuenta aquellas solicitudes cumplimentadas por vía telemática que no completen el proceso de presentación establecido, obteniendo el resguardo de solicitud que deberá ser conservado por el solicitante para acreditar, en caso de que resulte necesario, la presentación de su solicitud en el plazo y forma establecidos.

Son ciento nueve palabras con un solo punto y seguido por en medio. Un texto difícil de comprender, plagado de los vicios del lenguaje administrativo más rancio. Yo lo he visto así:

  • Despersonalización de los actores (emisor y receptor): Una vez cumplimentada la solicitud. ¿Quién cumplimenta la solicitud? ¿Quién dice que hay que cumplimentarla?
  • Ambigüedad (expresiones impersonales y nominalizaciones): deberá ser firmada; no serán tenidas en cuenta; deberá ser conservado.
  • Incorrecciones gramaticales (aparte de las oraciones alargadas y subordinadas): gerundios de posterioridad en quedando así presentada y obteniendo el resguardo, que, además, acentúan la ambigüedad del texto. Y está lo de documentación a presentar, un galicismo que para la RAE «posee escaso prestigio en el español actual«.
  • Palabras alargadas: cumplimentar (en su segunda acepción en el DRAE, rellenar).
  • Redundancias y cacofonías: solicitudes cumplimentadas […] que no completen; resguardo de solicitud […] conservado por el solicitante […] presentación de su solicitud.

Una joyita manifiestamente mejorable.

Las fórmulas para calcular las ayudas y para las notas medias que hacen falta solo dan fe de que la Administración quiere afinar tanto (!) que no hay quien la entienda.

La fórmula secreta de becas grande

Fórmula de la cuantía variable que se distribuirá entre los solicitantes en función de su renta familiar y su rendimiento académico.

En la Exposición de motivos de la resolución se afirma:

Es propósito decidido del Gobierno seguir avanzando por esta vía de búsqueda del esfuerzo académico y la responsabilidad.

Ya…

P.D.:
Un texto más comprensible que el del BOE podría ser este:

Artículo 45. Modelo de solicitud y documentación para presentar
El interesado deberá rellenar la solicitud y completarla mediante firma electrónica (apartado 2 del artículo 13 de la Ley 11/2007, de 22 de junio, de Acceso Electrónico de los ciudadanos a los servicios públicos). Quedará presentada formalmente con su envío por el procedimiento telemático establecido. Solo se tendrán en cuenta aquellas solicitudes que se hayan completado por dicho procedimiento, mediante el cual los interesados podrán obtener el resguardo correspondiente. En caso de que sea necesario, ese resguardo servirá para acreditar que la solicitud se presentó en tiempo y forma.

7 comentarios en “La fórmula secreta

  1. Jaciel Amador

    Gracias, Javier: Excelente información. Soy estudiante de nuevo ingreso en la carrera Ing. en Administración y de lo que mas he aprendido es que una buena comunicación es esencial para el desarrollo de una empresa, por lo cual debemos compartir información comprensible y clara. Un saludo.

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  2. fernando

    Buenos días:
    Retomo el tema de esta entrada para decir que me acaban de desestimar una beca ya concedida en ocasiones previas. Naturalmente me dan la opción de presentar las oportunas alegaciones. El problema es qué alegar cuando las razones de la Administración (Gobierno Vasco) para desestimar mi petición son expresadas en estos términos:
    Justificar unos ingresos que objetivamente están por debajo de su nivel de gasto, y no acreditar los medios de vida con los que cuenta
    Aunque el texto parece comprensible la trampa está en la calculada ambigüedad del mismo. Es prácticamente imposible saber a qué “nivel de gasto” se refieren pues no dan a conocer ningún baremo para poder orientarse. Ni el director del colegio sabe interpretarlo ni el personal de las oficinas de otro centro oficial es capaz de entender desestimaciones similares.
    Consultado con un edil del ayuntamiento de Bilbao me dice que la Administración “tiene la obligación de expresarse en lenguaje claro para facilitar su comprensión al administrado”. Si existe algún artículo dentro de algún reglamento que especifique esto de manera clara ¿podría constituir la base para una denuncia a la Administración por ignorar su propio reglamento?
    Un saludo cordial
    Fernando Abad

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  3. olga

    De nuevo, Javier, has dado en el centro de la diana. Los redactores de dicha convocatoria sí tienen razón en que quien ose solicitar esa beca debe «seguir avanzando por esta vía de búsqueda del esfuerzo académico». No le queda otra, pues para comprender las instrucciones del Ministerio de Educación debe invertir largo rato en el estudio del texto. Menos mal que los buenos estudiantes son responsables y, al final, conseguirán descifrar los jeroglíficos (incluidos los de la formulita de marras). Habrá que ver, después, la responsabilidad del Ministerio para hacer efectivo el importe económico con tanto esfuerzo ganado.

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    1. Javier Badía Autor

      Muchas gracias, Olga. Estamos en lo de siempre. Al final, las personas corrientes necesitamos un traductor que nos interprete lo que dice la Administración, y eso no puede ser. En cuanto a lo de la fórmula de marras, me parece que pecas de optimismo ;-). ¡Dios mío! Yo, desde luego, no puedo. Y además, renuncio.
      Un saludo cordial.

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  4. Ana L.

    Suscribo toooooooodo lo dicho. Y cuando estas becas han de ser solicitadas por familias de zonas rurales como en la que trabajo, que de telemática saben lo que yo de física cuántica, hemos de «perder» pacientemente nuestro tiempo en ayudarles a rellenar las dichosas cinco páginas, que caducan en lo que tardan en dictarte el DNI.
    En definitiva, el lenguaje administrativo está hecho para hacer desistir o para prestarse a interpretaciones al antojo de cada quién.
    Muy interesante. Gracias.

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    1. Javier Badía Autor

      Muchas gracias, Ana, por tu comentario. Si he dado en la diana, mejor que mejor. En cuanto al lenguaje administrativo debería ser lenguaje claro, accesible al ciudadano medio. Desgraciadamente falta voluntad en la Administración (que sirve al ciudadano, lo que se olvida con frecuencia). Un saludo cordial.

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