Buenos ejemplos de usos y normas en la comunicación escrita

Lenguaje Administrativo utiliza cookies propias y de terceros para fines analíticos anónimos, y para el funcionamiento general de la página.

Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón "Aceptar" o configurarlas o rechazar su uso pulsando el botón "Configurar".

Puedes obtener más información y volver a configurar tus preferencias en cualquier momento en la Política de cookies

La Universidad de Cádiz se incorpora a las instituciones que cuentan con un manual para uso de sus investigadores y empleados públicos (Ilustración de Bayuela con ClipETC)

La Universidad de Cádiz se incorpora a las instituciones que cuentan con un manual para uso de sus investigadores y empleados públicos (Ilustración de Bayuela con ClipETC)

La Universidad de Cádiz tiene la suerte de contar desde hace poco tiempo con un libro de estilo. Y digo suerte, subrayado y con toda la intención, porque en la universidad en la que trabajo y donde imparto cursos de lenguaje administrativo un manual de estas características se echa mucho en falta. El que aquí comento tiene formato de libro de bolsillo y un destinatario diverso, como ya indica su título: “Usos y normas de la comunicación escrita”. Muy bueno y muy práctico para los investigadores que tienen que comunicar ciencia, pero también muy bueno y muy práctico para los empleados públicos de la institución. Y al respecto, un apartado muy recomendable: “Errores frecuentes en textos administrativos y científicos” (pp. 181-203), que tiene la virtud de que se puede leer de manera independiente o ampliándolo con otros capítulos del índice que tratan cuestiones más generales en el orden ortográfico, gramatical, léxico o presentación formal de documentos científicos. Y todo bien regado de referencias bibliográficas, en modo que a mí me parece otro acierto de esta obra, pues aparecen al final de cada capítulo y su uso es más directo.

Traigo aquí algunos ejemplos de errores frecuentes en el apartado de lenguaje administrativo:

Nominalización (uso del sustantivo derivado del verbo):
*Giraron visita de inspección al establecimiento.
Inspeccionaron el establecimiento.

*Se procederá a dictar resolución de revocación.
Se procederá a revocar.

Omisión incorrecta del nombre:
*Firma la presente.
Firma la presente resolución.

Omisión incorrecta del determinante:
*Tiene entrada en esta Dirección escrito de referencia.
Tiene entrada en esta Dirección el escrito de referencia.

Uso indebido del participio de presente, por arcaico:
*Firmado (o Fdo.)
Firma del declarante

Giros negativos, que aportan monotonía y complejidad al texto:
*Podrá no considerar incumplimiento.
Podrá considerar cumplimiento.

Frases innecesarias para la comprensión del texto (frases expletivas):
*La Dirección General de Aduanas, dentro de su competencia, adoptará las medidas que considere oportunas…

*A los convenios colectivos podrán adherirse, pura y simplemente, por la totalidad de sus estipulaciones, tanto una empresa…

Son solo unos pocos ejemplos de lo que el lector se encontrará. En definitiva, y como digo, una obra muy recomendable para el ámbito académico y administrativo. Sencilla y accesible.

Adenda

Me ha resultado curiosa la adscripción de los textos periodísticos a los lenguajes de especialidad (pp. 181 y 193). No hay tal. Me parece que es un error de óptica. Hay géneros periodísticos, que es otra cosa: reportaje, entrevista, crónica, noticia, etcétera. Los textos periodísticos pueden estar impregnados (o contaminados) del lenguaje de los políticos, pero eso no los convierte en un lenguaje de especialidad, que, de habitual, se suele distinguir por un léxico propio, por ejemplo. El lenguaje periodístico consiste, básicamente, en contar lo que pasa de la manera más clara posible al mayor número de personas. Y el lenguaje especializado, con su terminología propia, pertenece a comunidades restringidas.

11 thoughts on “Buenos ejemplos de usos y normas en la comunicación escrita

  1. Pingback: La influencia de Groucho Marx en el lenguaje administrativo | trabajandomasporunpocomenos

  2. Javier

    Si no me equivoco… ¿no es esto un participio de pasado «normal»? El de presente sería «firmante»…

    Uso indebido del participio de presente, por arcaico:
    *Firmado (o Fdo.)
    Firma del declarante

    Responder
  3. olga ariño

    Javier, quizás el reiterado uso administrativo de la doble negación obedezca a la arraigada costumbre de destacar, siquiera inconscientemente, las consecuencias del incumplimiento de la norma. Si las leyes se redactaran «en positivo» pasarían demasiado desapercibidas las conductas tipificadas como faltas (administrativas, penales o de otro tipo), cuando uno de los objetivos de las leyes es guiar la conducta ciudadana de forma ordenada, imponiendo consecuencias a las que diverjan. Por ello el lenguaje jurídico-administrativo está lleno de advertencias, muchas veces en negativo, porque así es más contundente, impone, insta a cumplir las normas, le interesa dejar claras las consecuencias, en aras a la seguridad jurídica (uno sabe exactamente lo que pasará si no hace tal o cual cosa).

    Un saludo y gracias de nuevo por compartir tus conocimientos con nosotros.

    Responder
    1. Javier Badía

      Pues la verdad, Olga, es que me parece la tuya una buena explicación del «por qué» (por qué el uso administrativo de la doble negación), pero yo estoy más en el «qué» (se entiende bien o no se entiende bien). De manera que sí, que tu comentario es pertinente y te lo agradezco (da gusto tener lectores como tú). Y dicho eso, tengo que reiterarme en que las expresiones en negativo producen ambigüedad y dificultan la comprensión de la lectura. Y los ciudadanos solo entenderán la Administración y la Justicia como algo más cercano, algo propio, si entienden su discurso. Y en eso estoy/estamos los que andamos por aquí.
      Un saludo muy cordial.

      Responder
  4. Anónimo

    Interesante aportación, profesor Badía. Para «festejarla» traigo a colación una tonadilla que, tal vez, recuerde: En el hospital de Cádiz hay un ratón con viruelas y en la cabecera un gato, poniéndole sanguijuelas. Están pasando unas cosas que mas parecen cosas del diablo, que tengo el bolsillo roto y no se me caen los cuartos.
    Saludos, Fco Glez.

    Responder
  5. Magenta Froggy

    Muchas gracias. Solo una observación: no siempre dos negaciones pueden convertirse en una afirmación. «No considerar el incumplimiento» es algo muy distinto de «considerar el cumplimiento».

    Responder
    1. Javier Badía

      Muchas gracias, Magenta, por tu comentario. Yo creo que aquí el ejemplo se salva por el condicional «podrá«. Las expresiones en positivo son precisas; las expresiones en negativo, ambiguas: «Hoy hace sol» es más preciso que «hoy no llueve«. Supongo que tu comentario va por ahí, ¿no?
      Hay otro ejemplo más en el mismo apartado sobre giros negativos (p. 191):
      Se anulará la inscripción del nacimiento si no comparece en cuatro días / Se aceptará la inscripción del nacimiento si comparece antes de cuatro días.

      Responder

Responder a Javier Badía Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.